Seminario de mosaico contemporáneo

Seminario de Mosaico Contemporáneo – Museo Ruinas de Huanchaca

El Seminario de Mosaico Contemporáneo, impartido por la artista Nanda Yasoda, se desarrolló en el Museo Ruinas de Huanchaca como un espacio de exploración y diálogo en torno al mosaico como lenguaje artístico y poético de la memoria. Durante varias semanas, las y los participantes, artistas con una profunda trayectoria en este oficio, trabajaron desde la fragmentación como gesto simbólico, reconociendo en los materiales la posibilidad de recomponer, resistir y recordar.

La experiencia se propuso como una extensión de los procesos de investigación y creación que Yasoda ha desarrollado en residencias internacionales, integrando el aprendizaje técnico con una reflexión sensible sobre el territorio y la identidad. En ese tránsito, el seminario se configuró también como una indagación sobre la memoria, entendida no solo como evocación de lo que fue, sino como una forma activa de reconstruir los vínculos entre las personas, los materiales y los lugares que habitamos.

El resultado de este encuentro colectivo se materializa en la exposición La memoria fragmentada, que reúne las obras creadas durante el seminario y que permanecerá instalada por cuatro meses en el Muro Sur del Museo Ruinas de Huanchaca.

Más que un cierre, esta muestra constituye una apertura: un espacio de mediación cultural donde cada fragmento, como metáfora del tiempo, del cuerpo y del recuerdo, se transforma en testimonio de la persistencia humana frente al olvido.

La memoria fragmentada

Potencia del alma por medio de la cual se retiene y recuerda lo pasado.

DEFINICIÓN DE  MEMORIA

Qhipnayra uñtasis sarnaqapxañani.

Mirando atrás y adelante podemos caminar en el presente futuro.

AFORISMO AYMARA

Aunque resulte paradójico, una condición necesaria para recordar es que debemos olvidar. La memoria,  lejos de ser un archivo lineal y fijo, es siempre incompleta, ya que actúa seleccionando lo más significativo. De no ser así el pasado sería avasallador.

Podríamos decir, que a medida que vivimos, nos vamos convirtiendo en coleccionistas de recuerdos y que ese conjunto de piezas que atesoramos, actúan como partes de un puzzle que armamos y desarmamos una y otra vez.  Siendo en ese proceso de despliegue. que encontramos nuevas interpretaciones que terminan por determinar la voz interior de cada persona.

Entre estos retazos de memoria podríamos encontrar lo que nos evoca el olor de la cocina de nuestra infancia, las historias que nos narraron, sonidos de los lugares que  habitamos o destellos de imágenes de las personas que marcan nuestras vidas,  por enumerar solo algunas reminiscencias, entre tantos otros elementos que, al ser soñados y transformados por nuestra subjetividad, indisciplinadamente vuelven al presente, acompañando nuestros caminos hacia el futuro.

Lo anterior nos coloca en una incómoda posición de reconocimiento de que la memoria personal o lo que denominamos identidad, es una especie de montaje biográfico, una  narrativa de nosotros mismos que nos ubica en un espacio liminal entre ficción y realidad, mediado por un relato que nos sostiene y nos ayuda a encontrar sentido. De forma similar funcionan los mosaicos.

Lo mosaical vendría a ser lo que fractura para volver a ensamblar a partir de fragmentos. Bajo esta premisa,  se realizó en el museo Ruinas de Huanchaca el Seminario de mosaico contemporáneo, impartido por la artista Nanda Yasoda quién guió un proceso de traspaso de conocimientos de su residencia en Chicago, pero que a la vez implicaría una valiente y sincera apertura, una invitación a  ser como los mosaicos, es decir a no ocultar los quiebres.

Este llamado convocó  a nueve personas, todas con una trayectoria larga y constante en torno a esta antigua técnica que, en su versión contemporánea, no solo incluye las tradicionales piezas cerámicas, sino que cada participante trae consigo objetos cargados de emotividad que, rompiendo, deconstruyendo y volviendo montar logran representar los complejos procesos que logran mantener viva la memoria.

Cada obra que compone esta exposición trae consigo una íntima historia,  siendo el contexto lo que enlaza lo personal con lo compartido, habitar bajo la intensa  radiación del mismo desierto, donde todo color tiende a desvanecerse. Ante esta condición, el mosaico se rebela frente al paso del tiempo con su vibrancia, una suerte de eco cromático que permanece resonando. Así, memoria y mosaico se confunden en un mismo gesto de resistencia ante el olvido.

Antonieta Clunes

Curadora

Museo Ruinas de Huanchaca

Tallerista:

Nanda Yasoda.

Biografía narrada breve